La compañía rusa eliminó los canales de noticias asociados al
grupo islámico, mientras que otras compañías de seguridad informática como
Silent Circle, creador del Blackphone, ajustaron sus procedimientos para evitar
el uso inadecuado de su plataforma.
Acusadas de servir de canales de comunicación
a los yihadistas que escaparon a los servicios antiterroristas luego de los
atentados de París, los servicios de mensajería instantánea para teléfonos
móviles decidieron actuar y bloquearon cuentas ligadas al grupo islámico o
limitaron el acceso a sus aplicaciones.
Lanzado en 2013 por el niño terrible de la escena on line rusa
Pavel Durov, que se enfrentó en el pasado a los poderosos servicios de
inteligencia FSB, Telegram, por el que transitan más de 10.000 millones de
mensajes diarios, se encuentra en la primera línea.
“Estamos perturbados luego de saber que las cuentas públicas de
Telegram fueron utilizadas por el EI para difundir su propaganda”, reconoció
Telegram en su cuenta oficial en la noche del miércoles. “Por lo tanto, hemos
bloqueado 78 cuentas relacionadas con el EI en 12 lenguas en esta semana”,
agregó.
Se trata de canales abiertos al público que posibilitan la
difusión de noticias, y no de conversaciones privadas.
La aplicación precisó que prepara nuevos procedimientos para
posibilitar a los usuarios el señalamiento de “contenidos públicos
discutibles”.
“La privacidad es un derecho supremo. En cambio, los canales
públicos nada tienen que ver con esto y es por eso que eliminamos los
contenidos de ISIS”, dijo Durov desde su cuenta oficial en Twitter. A su vez, la
cuenta oficial de Telegram agregó que los ataques fueron coordinados mediante
simples mensajes de texto.
Silent Circle, con sede en Suiza, que desarrolló los smartphones
ultraseguros Blackphone y suministra aplicaciones Silent Phone para una
mensajería totalmente privada, anunció que introducirá tecnologías de pago más
sofisticadas “para reducir la probabilidad” de que tales aplicaciones sean
utilizadas por el EI.
“Puesto que el EI nos calificó de producto más fuerte, vamos a
instalar procedimientos responsables y moralmente aceptables para complicar el
acceso a nuestras tecnologías a las malos elementos”, dijo Mike Janke,
cofundador de Silent Circle.
Después de los atentados de enero en París, varios mandatarios
como el estadounidense Barack Obama o el británico David Cameron, ya habían
afirmado que las mensajerías ponen en peligro la seguridad nacional.
La reacción de Rusia
En Rusia, en duelo por el atentado contra el avión Airbus de
Metrojet en Egipto, un responsable parlamentario, Alexandre Agueiev, pidió el
lunes a los servicios de inteligencia rusos (FSB) controlar Telegram y
eventualmente bloquearlo en Rusia, subrayando que esta mensajería es “utilizada
activamente con fines propagandísticos por los terroristas del Estado
Islámico”.
Esto equivale a “bloquear el uso de los automóviles Toyota
porque les gustan a los terroristas”, replicó el ministro de Comunicaciones
Nikolai Nikiforov.
El fundador de Telegram, Pavel Durov, que dejó Rusia en 2014 a
causa de tensiones con las autoridades, ironizó al proponer que entonces se
“prohíban las palabras”.
Antes de crear esta mensajería en Estados Unidos con su hermano
Nikolai, este joven genio de Internet ruso había fundado en 2006, a su salida
de la universidad de San Petersburgo, la red social VKontakte, convertida
rápidamente en la más popular de Rusia delante de Facebook.
Su nueva creación registró un éxito fulgurante en el contexto de
las revelaciones del exconsultor de inteligencia estadounidense Edward Snowden,
refugiado en Rusia y que Pavel Durov propuso contratar.
La empresa recordó el miércoles por la noche que si bloquea los
contenidos públicos ligados al terrorismo, aunque también los pornográficos o
los que violan la propiedad intelectual, no se plegará del todo a “las
restricciones locales a la libertad de expresión”.
“Si criticar un gobierno es ilegal en un país, Telegram no
participará en esa censura”, indicó, y subrayó que eso sería “contrario a los
principios de sus fundadores”.
El servicio de mensajería seguro Threema advirtió por su parte
contra una “vigilancia total”.
“No sabemos cómo las agencias de inteligencia recogen sus
informaciones, pero basarse en una vigilancia total para poder controlar los
problemas sociales y políticos existentes nunca funcionó en el pasado y no
funcionará en el futuro”, declaró a la AFP un portavoz de Threema, Roman Flepp.
“Sacrificar algunos fundamentos de nuestra democracia occidental
-libertad, vida privada y libertad de expresión- para un lograr una falsa
sensación de seguridad no parece algo razonable”, agregó.
Fuente: Agencia AFP
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